11 de mayo de 2011

PRÁCTICA DE OBSERVACIÓN




IDENTIFICACIÓN DEL CASO DE ESTUDIO Y OBSERVACIÓN

En mi periodo de prácticas en el CEIP “Mariano Aroca” con alumnos de tres años, he utilizado la observación para seleccionar al niño que va a ser mi objeto de estudio en este trabajo de la asignatura de Diagnóstico Pedagógico y Observación en el aula.

Hay varios casos que merecen también ser observados, pero mi atención se la lleva un niño que, sin tener dificultades para desarrollar su trabajo en el aula, las relaciones sociales con sus iguales son prácticamente nulas. Me impacta que con una edad tan temprana no se relacione más que con la gente adulta y en el patio, en los momentos de juego, esté siempre solo y sentado al lado de las maestras y maestros. Busca continuamente llamarles la atención y si para ello es necesario, se tira al suelo o incluso fuerza el vómito.  Este niño se llama Juanjo. 

Para saber más sobre él, he recogido toda la información que he podido a través del trato y las entrevistas informales que he tenido con compañeros y maestros de Juanjo.

La información que recogí de mis diálogos con su tutora Blanca me llevaron a una conclusión principal y era que Juanjo era un niño con unas enormes dificultades para relacionarse con sus iguales. En todo en momento, ella hacía porque otros niños jugaran con él pero era él quien los rechazaba a ellos, por lo que podía ver que no estábamos frente a un caso de discriminación o de rechazo hacia un compañero. Según Blanca, y algo que después pude observar yo misma, es que estas dificultades se notaban mucho más en los momentos de socialización de los alumnos, donde juegan e interaccionan, es decir; en el patio.

También tuve una charla con una de las dos AL del centro y me contó que Juanjo entró a la escuela con muchas dificultades, no solo en el ámbito social sino también en sus conductas. Éstas fueron desapareciendo pero todavía quedaba en él ese freno para relacionarse con los demás niños. Ella trabajaba con él para reforzar su autoestima y el trabajo en grupo, ya que en el ámbito del lenguaje Juanjo no tenía ningún problema y se comunicaba perfectamente.
En cuanto a la información que recogí de sus compañeros, cuando les decía a algunos niños en el patio que jugaran con él, ellos se acercaban pero era Juanjo quien no quería jugar, o si en un primer momento admitía el acercamiento, pasados unos pocos minutos los dejaba y volvía a estar solo o se acercaba a las maestras. Pasados unos días, cuando les preguntaba a los niños si querían jugar con él, me decían que no porque Juanjo era aburrido y nunca quería jugar. Por lo que comprobé que el rechazo de Juanjo hacia sus compañeros provocaba un rechazo de ellos hacia él.

HIPÓTESIS INICIAL
La hipótesis desde la que parto en mi trabajo de observación es que Juanjo tiene un posible déficit en competencia social entre iguales.

¿QUÉ OBJETIVOS PRETENDO ALCANZAR CON ESTE TRABAJO?

Una serie de objetivos como:
-      Conocer de primera mano cómo se realiza un trabajo de observación para efectuar un futuro diagnóstico.
-      Observar atentamente al niño que va a ser mi objeto de estudio y realizar un trabajo de observación que sea atractivo, sencillo y lo más completo posible.
-      Saber si Juanjo presenta realmente un déficit en competencia social o solamente se trata de un niño muy introvertido.
-      Llegar a una serie de conclusiones, tras haber realizado la observación con las que pueda ayudar al niño para trabajar sus puntos más débiles, reforzando sus aptitudes y capacidades.

PLANIFICACIÓN DE LA OBSERVACIÓN

¿A QUIÉN VOY A OBSERVAR?

Como he dicho anteriormente, de entre todos los casos que podrían ser observados, centraré mi atención en uno de ellos. Este niño, no pertenece al aula donde yo estoy  dando las prácticas (3A), sino que pertenece al aula de tres años B. Se llama Juanjo y tiene tres años y medio.

¿QUÉ VOY A OBSERVAR EN JUANJO?

En Juanjo voy a observar su conducta en el ámbito de las relaciones con sus iguales, con los adultos e incluso su comportamiento en solitario, es decir; la observación se va a centrar en su competencia social. A partir de unos criterios, evaluaré la frecuencia con la que éstos aparecen en el comportamiento del niño, para detectar sus dificultades y dar una serie de recomendaciones para el trato y el trabajo con él.


¿QUÉ INSTRUMENTO VOY A UTILIZAR PARA LA OBSERVACIÓN?

La técnica que utilizaré para recoger toda la información se basa en la observación del niño. Esta información será recogida en una escala de estimación, donde puntuaré la frecuencia con la que ocurren las conductas que observo. Elijo este tipo de registro porque me parece el más claro y sencillo de utilizar y entender, además de que con él no solo se registran las conductas observables sino que además se puede saber la frecuencia con la que estas conductas aparecen. Una de las desventajas de este tipo de registro es la subjetividad que tiene el dar una puntuación a la frecuencia con la que ocurren las conductas, pero para hacer que mi visión sea lo más objetiva posible detallaré al máximo y precisaré tanto la conducta que se observa como la definición que yo le doy a cada grado de frecuencia.

¿CUÁNDO Y DÓNDE?

La observación de Juanjo se realizará en el patio de recreo, ya que es el momento donde los niños interaccionan con mayor intensidad y donde mayor intercambio comunicativo y emocional hay entre ellos.
Esta observación se realizará durante toda una semana, en el horario de recreo (11:30- 12:15). Habrá un intervalo de tiempo de alrededor de tres horas desde la observación del niño hasta la recogida de datos en la tabla.

HOJA DE REGISTRO DE DATOS.

Fecha: 11/04/2011
Sujeto observado: Juanjo M. Z.
Edad: 3 años y 5 meses.
Lugar de observación: El patio del colegio.
Actividad desarrollada: Recreo.
Profesora: B. F. L.
Periodo de observación: De 11:30 a 12:15
Tiempo total de la observación: Tres cuartos de hora, durante una semana.
Motivo de la observación: Recogida de información sobre las habilidades sociales de Juanjo.
Observadora: E.P.L. Alumna en prácticas de Educación Infantil.
Instrucciones para el registro: Tras un periodo de observación de media hora, calificar la frecuencia de las conductas examinadas, coloreando la casilla que se crea oportuna, de acuerdo con la siguiente escala:
0 Si no se observa este ítem
1 Si ocurre de vez en cuando
2 Si ocurre claramente con frecuencia
3 Si ocurre claramente con mucha frecuencia.

Se comunica activamente con sus compañeros
0
1
2
3
Participa en actividades cooperativas y juegos
0
1
2
3
Se muestra rezagado y apartado del grupo
0
1
2
3
Evita el intercambio comunicativo con otros niños
0
1
2
3
Se le ve incómodo cuando está entre ellos.
0
1
2
3
Muestra agresividad en su trato con los demás niños
0
1
2
3
Prefiere estar solo a jugar con sus compañeros
0
1
2
3
Se muestra más cómodo con las maestras que con los niños. Esto hace que esté demasiado pegado a ellas.
0
1
2
3
Busca la atención de la maestra cuando ésta interacciona con otros niños
0
1
2
3
Hace caso a la maestra cuando ésta le dice que juegue con los demás niños.
0
1
2
3
Busca cariño y afecto constantemente.
0
1
2
3
Habla abiertamente con la maestra
0
1
2
3
Llama la atención a través de caídas y golpes para que  los mayores estén pendiente de él
0
1
2
3
Tiene dificultades para afrontar nuevas situaciones.
0
1
2
3
Parece solo, confuso y sorprendido
0
1
2
3
Deambula sin una meta
0
1
2
3
Llora o grita atemorizado
0
1
2
3
Habla consigo mismo cuando está solo
0
1
2
3

El colorear las casillas de diferente color es para que se vea la diferencia de las primeras preguntas, referidas a la interacción del niño con los demás compañeros; las siguientes contestadas en color verde, tienen que ver con la interacción con la maestra; y las últimas, coloreadas en azul, referidas a su conducta en solitario.


SEPAMOS MÁS SOBRE LO QUE LE OCURRE A JUANJO

El  tema de mi observación va a girar en torno a la competencia social, concretamente a las habilidades sociales, las cuales están muy poco desarrolladas en el niño al que voy a observar.  

Las habilidades sociales se refieren a las conductas que dotan a la persona que las posee de una mayor capacidad para lograr los objetivos que pretende, manteniendo su autoestima sin dañar la de las personas que la rodean. Estas conductas se basan fundamentalmente en el dominio de las habilidades de comunicación y requieren de un buen autocontrol emocional por parte del individuo. Si trasladamos esto al ámbito infantil, un niño que tenga un buen desarrollo de sus habilidades sociales se relacionará correctamente, comunicándose abiertamente y sin tener problema alguno en este ámbito. Por el contrario, a un niño con dificultades en este sector, le costará muchísimo relacionarse y posiblemente tendrá una autoestima muy baja. 

Estas deben ser trabajadas en Educación Infantil desde el primer momento en el que los niños entran al aula. De las relaciones que mantengan con sus iguales y con la maestra se desarrollará el pensamiento del niño así como su lenguaje y la capacidad para comunicarse. Esto que digo es un hecho pues si observamos a dos niños, uno de ellos que no esté acostumbrado a relacionarse con niños de su edad, y el otro que pase mucho tiempo jugando con niños, podremos ver que las diferencias son obvias ya que el niño que está acostumbrado a interaccionar con iguales será más despierto y tendrá más desarrollada la competencia lingüística y comunicativa, más que el niño que en no está acostumbrado a compartir tanto sus momentos con otros niños. 

En Educación Infantil son muy comunes las actividades grupales para fomentar la competencia social, paliando las dificultades que los alumnos más retraídos pueden tener. Estos alumnos pueden llegar a presentar problemas a largo plazo relacionados con el abandono escolar, la delincuencia, y otros tipos de psicopatología adulta. Es por ello que entrenar en habilidades sociales supone, por tanto, prevenir graves problemas personales y sociales futuros. 

Desarrollar la competencia social entre los iguales permite que el niño tenga un desarrollo óptimo y que crezca feliz, ya que el desarrollo personal no es posible sin producirse a la vez un desarrollo social. 


RESULTADOS 

A través de la observación realizada a Juanjo, se plantean una serie de conclusiones sobre la observación e hipótesis posibles de aquello que le ocurre y cuál es la ayuda que le podemos proporcionar para que sus dificultades vayan desapareciendo. 

En primer lugar, vemos que Juanjo es un niño con unas amplias dificultades para relacionarse con sus iguales, desapareciendo éstas cuando se relaciona con los adultos. En su trato con los niños, hay una gran falta de comunicación y lo que es más importante, es él el que por algún motivo, que aún no sé, no quiere entablar relación; dicho de otra manera, los niños no tienen ningún problema por acercarse a él, es él quien los rechaza. Prefiere estar solo, en su mundo. Sin embargo, no muestra agresividad ni conductas disruptivas cuando se le pide que juegue con otros niños. Al contrario, se muestra triste y cabizbajo. Con ello ratifico la hipótesis que en un principio planteé.

En segundo lugar, busca la atención continua de la maestra y necesita sentirse observado por los adultos. Quizá, toda la relación que podría tener con niños de su edad la suple por la relación con los adultos.

En último lugar, la consecuencia de esta falta de capacidad para relacionarse se cristaliza en que  Juanjo  tiene una autoestima baja o muy baja y por ello su necesidad de llamar tanto la atención y buscar el afecto por parte del adulto.


RECOMENDACIONES

La recomendación inicial que se plantea es que un Equipo de Atención Psicopedagógica se encargue de realizar un diagnóstico a Juanjo, para saber más concretamente cuál es su problema.

En el aula, se plantean una serie de recomendaciones:
-      Fomentar el trabajo del niño dentro del grupo, realizando actividades que le lleven a interaccionar con otros niños.
-      Dejarle que intervenga en diálogos y conversaciones dentro de la Asamblea, para que refuerce su confianza en sí mismo y conciba su importancia dentro del grupo.
-      Darle un poco más de independencia, disminuyendo las muestras de afecto,  a medida que se observe que se implica más con los iguales.

Recomiendo también a la familia que intenten buscar momentos en los que Juanjo pueda estar compartiendo su tiempo con otros niños de su edad, evitando sus momentos en solitario.